DISEÑO DE

Walter de Silva, conocido diseñador italiano nacido en Lecco en 1951, comenzó su carrera en 1972 en el Centro Stile Fiat de Turín, donde diseñó el Ritmo. De 1979 a 1986, trabajó en el Instituto I.De.A y, posteriormente, fue contratado por Alfa Romeo, donde diseñó con éxito los modelos 155, 145 y 146.

En el Salón de Frankfurt de 1997, debutó el 156, la berlina media del Biscione: «Un modelo que respondía a criterios aerodinámicos precisos», subraya el diseñador de Lecco. El 147 se estrenó en el Salón de Turín de 2000 con la ambición de repetir el éxito del 156, con el que compartía el chasis y la mecánica. Ambos ganaron el título de «Coche del año».

En 1999 dejó el Grupo Fiat, aceptó una oferta del Grupo Volkswagen y se trasladó a Barcelona para dedicarse a la marca Seat, rediseñando los nuevos Ibiza, Córdoba, León y Toledo y creando el Altea. En 2002, estaba en Alemania como diseñador jefe del holding Audi y diseñó el nuevo A6, manteniendo la responsabilidad de Seat. Tres años más tarde se encargó del estilo de Lamborghini, creando el Miura Concept. En 2007, fue nombrado jefe del Centro de Estilo del Grupo Volkswagen, supervisando el estilo de las ocho marcas (Audi, Seat, Lamborghini, Skoda, Bentley, Bugatti, Volkswagen y Porsche).

«Para entenderlo, hay que acariciar un coche. Hay que lavarlo. Cuando a un modelo le pasa algo, cierro los ojos y lo toco, lo siento…».

En 2015 dejó el Grupo VW. De Silva, ganador del Compasso d’oro a toda su carrera, está especialmente vinculado al Audi A5, galardonado con el Premio de Diseño 2010. Pero en su prestigiosa carrera no hay que olvidar el Golf, el Escarabajo, el Polo y el coche urbano Up; este último diseñado al vuelo de Detroit a Fráncfort con un rostro limpio y despierto, concebido para un hombre con un afeitado perfecto, ni un pelo fuera de lugar, y un ojo azul que emite destellos de ironía.

Un Up que parece haber allanado el camino a Alba: «Un pequeño juguete de estética atractiva, hecho a medida para su uso en campos de golf, resorts y balnearios». En definitiva, hay que entrar rápidamente en la era analógica y post-digital: «es imprescindible que el nuevo mundo del automóvil juegue sus cartas en los vehículos básicos y unifamiliares sin descuidar el diseño, que tendrá que cambiar de rumbo incorporando conocimientos informáticos, de ingeniería, aerodinámica y ergonomía para entrar en la sostenibilidad, el medio ambiente, la privacidad, la psicología, abordando de frente un mundo más real y más estético».

El Alba de De Silva tiene un corazón eléctrico, un microcoche biplaza semiautomático. Pueden conducirlo incluso los niños de 16 años y, como pesa 450 kg en la báscula, no necesita carné de conducir. Dispone de dos maleteros en la parte delantera y trasera. Además de de Silva, en el proyecto han colaborado Project to Engineering, Camal Studio, Borromeo de Silva, Mario Antonioli y Giampiero Boggio. El coche del futuro se acerca así con pasos de fieltro, tendrá un diseño atractivo y un olor que no contamina.

Tomado de: http://autologia.net